quarta-feira, 12 de novembro de 2008


A mi querido Kafka, el asesino de mi corazón...



Borré primero la "o" para no sentir tanto "odio".

Después poco a poco, borré la letra "l" para no convertirla en "locura".

Quedaba la "r", la "a" y la "K". Tuve que borrarlas también.

Primero la "r" porque es la que seguía, la que estaba más próxima y la que me haría sentir "rencor".

Después, continué con la "a" que fue la que me hizo sentir tanto "amor".

Ya por último, borré la "K" porque esa fue la letra que empezó todo,

la primer letra de tu nombre, la primer letra del nombre del hombre que más admiro en el mundo, la letra que se quedó plantada en mi cabeza, pero que hoy, he borrado totalmente para siempre junto con tu recuerdo, el recuerdo que movió mi vida por un instante...

4 comentários:

miércoles de ceniza disse...

que rápido se borran los nombres, que rápido que doloroso es difuminar letra por letra aquella palabra que te hacía vivir... lo bueno es que uno aprende a elimianrlas a tiempo... cuando duele de más, no sólo le duele a uno, le duele al otro, le duele el rencor...

ánimo amiga, ya sabes que todo se cura... a ver que pasa...

No soy yo, eres tú disse...

uuuuuuufffff....

qué poeta!

Blas Barajas, escritor disse...

no sabía que me llamaba Kanblas

Anônimo disse...

camara...usted se esta poniendo más interesante